LO QUE QUEDA POR VIVIR

 

… Los Billings, tan asentados en sus costumbres, descubrieron en la cincuentena que sus amigos hacías cosas súbitas y sorprendentes …

(John Updike) 

 

John Updike, Tusquets,  julio 1997 (2.500 pts.)

Traducción: María Luisa Balseiro Fernández-Campoamor

 El otro día rebuscaba en una gran librería de Madrid unos libros que tenía apuntados y “pendientes de comprar”, pero para cuando salieran en edición de bolsillo porque a la velocidad que atesoro y leo, el bolsillo se resiente y salvo en algún caso concreto (que son casi siempre), procuro rebuscar en ediciones baratas aunque ¡ojo!, de editoriales de confianza, porque hay algunas por ahí que son para tirar directamente a la basura.

 

 

 

En esto estaba cuando me encuentro, en edición de bolsillo, “Lo que queda por vivir” de John Updique (1932-2009). No recordaba el título y me extrañó porque tengo todo lo publicado, en castellano, de este autor, así que contuve las ganas de comprarlo y, efectivamente, lo tenía y en la primera edición. Lo compré exactamente el 20 de julio de 1997 y me costó 2.500 ptas. Es que otra manía que tengo desde siempre es poner dónde compro un libro, cuando y el precio.

 

Me hizo mucha ilusión, me lo he puesto en la mesilla para releerlo y es posible que no recordara el título porque se trata de una recopilación de relatos, 21 para ser más exactos.

  

 En edición de Bolsillo: Tusquets, enero 2012 (9,95€)

 En el libro de cuentos o relatos Lo que queda por vivir, (vivir es esa etapa de la vida que, una vez superada la madurez, se abre por delante de todo ser humano y que es uno de los relatos que da título al libro) Updike pasa revista a una serie de personajes que acaban de entrar en la tercera edad, sin llegar todavía a la vejez propiamente dicha. En 1994, fecha de publicación, el autor tenía 62 años y parece ser es bastante normal que los escritores a esa edad hagan un balance, consciente o inconsciente de la vida vivida y de lo que le puede restar.

En los relatos describe situaciones cotidianas de personas a partir de los 50 años, algunas veces retrocediendo a su infancia y a hechos que definieron su personalidad, otras reviviendo la historia de sus padres, también toca sus vidas actuales, la de sus hijos y en ocasiones las de sus nietos.

Hay historias cómicas e irónicas y la mayoría de ellas es aceptación de la inevitabilidad de la vida de “mediana edad”, a la que todos hemos llegado, o llegaremos con gran sorpresa nuestra cuando echamos la mirada para atrás.

John Updike

 Como se señala en la fuente que cito más abajo :

 “… John Updike se aventura con humor y buen ánimo en ese tiempo y nos revela, a traves de sus personajes, el intimo placer de vivir, desde la perspectiva de la experiencia, el conocimiento y la distancia, los hechos mas corrientes, desde las veleidades del amor y del sexo hasta la muerte de los padres o el nacimiento de los nietos. A medida que su propio fin se acerca, esos nuevos héroes cotidianos se adelantan a los acontecimientos como si todo lo presintieran con fragilidad. La memoria aun vivida y la extraña percepción de las cosas lo recubren todo de una hermosa patina y el pasado va adquiriendo cierta grandeza. Pese a que, como siempre, las parejas se peleen, los amantes se abandonen, los ninos alboroten y los hogares esten ya marcados por la usura del tiempo, Updike crea un mundo donde la inocencia se empeña en subsistir y los refrescantes inicios parecen imponerse a las inevitables perdidas…”

Updike es, fundamentalmente, autor de novelas pero a mi me gusta también el Updique “cuentista” en el que es capaz de crear intensa sensación de drama y sintetiza el lenguaje mucho más que en algunas de sus novelas.

Con  este libro de relatos me quedo que los que somos “mayores” podemos hacer lo que nos de la gana en lo que nos queda vivir. Privilegio (¿¿) de la edad que me recuerda la canción de Enrique Bumbury:

Lo que queda por vivir, no volveré a pedir permiso,
sólo tengo un compromiso que te aviso desde aquí.

Creíste que de esta no saldría, que tendría que retroceder,
al fin perder mi chulería; ese día no lo vas a ver.

No es que yo no sepa perder, es que no sé ceder fácilmente,

lo que piense la gente, ¿para qué lo he de tener yo presente?

Lo que queda por vivir, no volveré a pedir permiso,
sólo tengo un compromiso que te aviso desde aquí.

Ahora mismo, lo único urgente, es ir de frente con mi poca verdad.
Los demás tienen ya suficiente, con su suerte, y con su libertad.

Si tuviera dos o tres más vidas, haría lo mismo una y mil veces,
que con creces me dieron de más, mucho más de lo que uno merece.

Lo que queda por vivir, no volveré a pedir permiso,
sólo tengo un compromiso que te aviso desde aquí.

Fuentes:

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=updike-john

http://es.wikipedia.org/wiki/John_Updike

http://www.leergratis.com/opinion/john-updike-1932-2009.html

http://algundiaenalgunaparte.wordpress.com/2009/07/25/la-voz-del-maestro/

 

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